En un entorno de revelaciones, me rodean cosas extrañas,
el sentir no tiene forma, las reflexiones son inquietantes,
mi mente queda presa en un único sentir,
arrollador como el viento y amenazador como el futuro.
Estoy aquí.
Despojando mis apegos,
permitiendo ver crepúsculos a plena luz del día,
el silencio enfría mis pensamientos y los envuelve en tristeza.
El majestuoso y terrible horizonte, oscuro en ocasiones,
convierte mi corazón en un tempano de hielo,
me veo inerte, sin ilusiones, con miles de recovecos,
con la capacidad de soñar disminuida,
empiezo a volverme vieja, llena de resabios,
soy la desesperación en pasta.
camino dando vueltas, por inercia, por hacer algo,
carente de sentimientos y con nivel de ofuscación activado.