Van pasando los días, y mis pensamientos CABALGAN más rápido que mi prudencia.
Hemos sido cómplices de conversaciones íntimas que quizás jamás contemos,
la confianza es suficiente pienso, anhelo tenerte piel con piel,
turbado intentando mantener el dominio, deseo sentir el pálpito,
tu ardor sucumbiendo en mis deseos.
Deseo vernos entregados en un ardiente juego, de besos y caricias.
Tus labios, llenos de vida y cachondez… (Les extraño en esta noche fría)
Anhelo poder tener mis manos insaciables sobre ese camino sinuoso,
que siempre se muestra generoso ante el estímulo,
quiero poder recorrerte a besos mientras noto poco a poco
tus impulsos sensibles que me matan y te matan.
La incontrolable ansiedad me ordena seguir con la conquista de tu cuerpo.
(Espero algún día hacerlo)
Tu pequeña Ana