Para J.P.R (Historias, ¡Historias!)
Yo le decía: Que era mejor no insistir, que al que le van a dar le guardan.
Ella se lo empezaba a creer, desistió por un tiempo a la idea de intentar algo que estaba destinado a no ser, a enamorarlo quizá, o eso era lo que yo pensaba.
Pasaban los días y yo, (su confidente) le llenaba la cabeza de ilusiones, recalcaba que tarde o temprano ella le haría dudar de sus convicciones.
Porque si de algo estaba convencida es que él era de esos que la dejaba ser sin tapujos, cada día que pasaba era un reto, pero mientras no consiguiera su cometido él seguía siendo el miope de esta historia.
JenHathor